El primer caso de viruela del mono en El Salvador se contagió sin salir del país

El primer caso de viruela del mono en El Salvador se contagió sin salir del país

El nexo tuvo síntomas leves, pero nunca lesiones en la piel. Tampoco se hizo prueba para confirmar el virus, según Alabi.

La primer persona con la enfermedad de la viruela del mono en El Salvador se contagió sin salir del país, según las explicaciones del ministro de Salud, Francisco Alabi.

Se trata de una mujer de 28 años que tuvo contacto con una persona que llegó al territorio salvadoreño, proveniente de Estados Unidos, pero que también había pasado por otros países.

“Una de las personas venía con poca sintomatología, tuvo contacto cercano (con la mujer salvadoreña) y esta persona desarrolla la cadena de síntomas (en el país”.
Francisco Alabi,
Ministro de Salud.
El titular de Salud explicó que el nexo epidemiológico (la persona que venía de Estados Unidos) reportó pocos síntomas leves previos, pero no tuvo lesiones dérmicas, y tampoco se hizo ninguna prueba para confirmar si padeció la enfermedad.

La paciente confirmada con ‘Monkeypox’ está aislada en su casa, estable y todos los contactos ya fueron localizados por el Ministerio de Salud.

El Gobierno salvadoreño confirmó el primer caso de viruela del mono este 30 de agosto del 2022./ Cortesía.

Contagio e incubación

Según la información que recopiló el Ministerio de Salud, la mujer contagiada con viruela del mono en el país, tuvo contagio con el nexo el 2 de agosto, durante las vacaciones de agosto, y presentó los primeros síntomas el 22 de ese mismo mes. Sin embargo, el ministro Alabi señala que no se puede precisar el momento del contagio para determinar si la incubación duró 20 días.

“No sabemos si el contacto con los nexos fueron varios días seguidos. Si estuvo en contacto una semana, no podemos saber si (el contagio) fue el primer día o el último”, explicó Alabi en la entrevista de Frente a Frente.

Los síntomas que la viruela del mono ocasiona son fiebres no mayores a 38.5 grados, dolor de cabeza intenso, naúseas, vómitos y dolor muscular. Después de las fiebres inicia una erupción rosada en la piel, tipo rash, que se transforma en granitos con pus.

Al menos 26 días después del contacto, la mujer salvadoreña tuvo la primer lesión en la piel, de la cual el ministro mostró una fotografía donde se observan al menos tres vesículas con pus. “Las lesiones no son como las vemos en internet, solo son una, dos o tres máximo en el miembro”, aseguró el ministro.

Alabi explicó que el líquido con pus de las lesiones es el que tiene el virus y que al tener contacto con ellas puede haber contagio. La paciente consultó el pasado 29 de agosto, donde se le tomó la prueba PCR para viruela del mono y tras seis u ocho horas de proceso en el laboratorio de virología, resultó positiva ayer.

El pasado 8 de julio, el Ministerio de Salud definió los lineamientos técnicos para detectar y controlar posibles casos de viruela símica, cuya enfermedad fue declarada como alerta máxima en julio por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hasta este miércoles, ourworldindata.org reporta 50,724 contagios de viruela del mono confirmados y 16 muertos hasta el 29 de agosto.

¿De dónde surgió esta enfermedad?

La viruela del mono es una zoonosis viral, es decir que inicialmente fue transmitida de animales a humanos. En 1958 fue aislada por primera vez en Dinamarca con síntomas parecidos a los de la viruela en una colonia de monos y el primer caso en humanos se reportó en 1970 en la República Democrática de El Congo.

Entre ese año hasta la fecha, más de 15 países han reportado casos. En 2003 se reportó el primer caso fuera de África, en Estados Unidos, ligado a perros de la pradera contagiados.

La transmisión ocurre de animal a humano y de humano a humano a través de contacto directo con la sangre, fluidos corporales, lesiones cutáneas o mucosas de animales infectados. También por comer carne mal cocida de animales infectados.

Por ejemplo, entre humanos el contagio puede ser por contacto con secreciones respiratorias de una persona contaminada, y por gotículas solo cuando sea una exposición prolongada cara a cara.