Ulloa lamenta que no se despenalizó el aborto y dice que El Salvador es “una vergüenza en ese campo”

Ulloa lamenta que no se despenalizó el aborto y dice que El Salvador es "una vergüenza en ese campo"

Culpa a sectores conservadores por la decisión de la Asamblea Legislativa.

El vicepresidente salvadoreño, Félix Ulloa, ha lamentado este lunes la decisión tomada recientemente por la Asamblea Legislativa del país, que ha cerrado la puerta a la despenalización del aborto en tres supuestos, y ha matizado que El Salvador es “una vergüenza en ese campo”.

Ulloa ha descartado en una entrevista concedida a Europa Press la posibilidad de que se produzca un cambio a corto plazo en este sentido, especialmente en un país que posee una de las leyes más restrictivas del mundo sobre esta práctica.

“Yo propuse que esto cambiara, lo propuse para la nueva Constitución, pero no avanza porque los sectores conservadores son muy poderosos, sobre todo la Iglesia Católica”, ha asegurado.

“La iglesia fue la primera que salió condenando el proyecto y diciendo que yo estaba promoviendo el aborto, que estaba promoviendo el matrimonio igualitario y la eutanasia”, ha matizado antes de recalcar que esto “obligó al presidente (Nayib Bukele) a tomar una posición para no estar bajo directo ataque”.

Asimismo, Ulloa ha hecho hincapié en que tampoco hay posibilidades de sacar adelante una amnistía para las mujeres encarceladas por someterse a un aborto: “somos una vergüenza en ese campo”.

No obstante, ha insistido en que un avance en dicha materia “dependerá del Parlamento, de los diputados, a quienes hay que presionar”.

La presión no debe dirigirse hacia Bukele o el Gobierno sino hacia los diputados. Son los que toman las decisiones”.Vicepresidente Félix Ulloa.

A la presión de las iglesias –también la evangélica y protestante–, se suma la de algunos colectivos pro vida, tal y como ha detallado.

“Toda esa gente que es muy conservadora es muy poderosa económicamente”, ha afirmado.

El vicepresidente, que ha recordado que el Gobierno no tiene poder sobre el orden judicial y legislativo salvadoreño, ha aprovechado la ocasión para aseverar que las autoridades buscan “desmontar el viejo modelo, que estaba en manos de las élites”.