Con el comienzo de la temporada escolar en este nuevo año regresa también la rutina de la madrugada para los pequeños. A algunos les cuesta más despertarse en ocasiones en la madrugada cuando aún no ha aclarado la mañana. Por esta razón es bueno retomar los pasos de cómo despertar a los niños para ir a la escuela o el colegio y cómo motivarlos para que se levanten sin esperar alguna que otra rabieta.
Es importante para las personas responsables o cuidadoras no perder la paciencia o desesperarse ya que con ello solo se logrará que los niños se opongan a levantarse o también que se pongan a llorar. A continuación, algunos consejos, que son muy importantes que tenga en cuenta para que levantarse con energía y buen humor sea más sencillo.
Acostar a los niños más temprano
Es fácil decirlo pero complicado conseguirlo en especial cuando los niños ya no son tan pequeños, pero deben entender que es su obligación ya que deben ir a la escuela al día siguiente. Con esa medida se les da un poco de responsabilidad, aunque en algunas ocasiones no es una tarea fácil, especialmente en niños que son muy hiperactivos y en las noches parecen tener una recarga de energía.
En algunas ocasiones funciona leerles un cuento o acariciarlos para que se sientan más tranquilos. La media de sueño recomendada está entre los 8 y las 10 horas (dependiendo de la edad).
Levantarlos antes de que suene el despertador
Es aconsejable despertar a los niños antes de la hora que tiene previsto hacerlo de modo que no se retrase en el resto de cosas que se deben hacer por la mañana, como asearlos, vestirlos y darles el desayuno.
Despertarlos con suavidad
Es mejor hacerlo suavemente, levantando la persiana, corriendo la cortina o encendiendo la lámpara de la mesita antes que la luz de la habitación.
Despertarlos con una canción
Es recomendable cantarles una canción de buenos días. Eso permitirá que los niños se despierten contentos e incluso podrán también cantar. Este truco funciona especialmente con los niños más pequeños.
En conclusión, es importante adaptar las mañanas a las necesidades de los niños, por encima de las necesidades de los adultos. De esta manera no solo se levantarán de buen humor para ir a las clases, sino que sentirán más apoyo de parte de sus padres. Recuerde que un buen comienzo de día podrá ser determinante para tener una muy buena jornada de aprendizaje.