Estados Unidos y el Reino Unido expresaron dudas sobre la seriedad del compromiso ruso.
El Gobierno de Rusia anunió este martes que “reducirá drásticamente” sus operaciones militares contra la capital de Ucrania, Kiev, y la ciudad de Chernígov tras unas conversaciones “constructivas” con Ucrania en la ciudad turca de Estambul.
Las negociaciones sobre un acuerdo de neutralidad y el estatuto no nuclear de Ucrania entran en una dimensión práctica. En consecuencia Rusia decidió reducir de manera “radical” su actividad militar en torno a Kiev, la capital del país, y en Chernígov”.
Alexánder Fomín, viceministro de Defensa ruso.
El viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, ha explicado que la decisión busca “aumentar la confianza mutua y crear las condiciones necesarias para nuevas negociaciones con el objetivo final de firmar un acuerdo” con las autoridades ucranianas.
Así, ha explicado que la decisión se debe también a que “las negociaciones sobre los preparativos para un acuerdo sobre la neutralidad y el estatus no nuclear de Ucrania, así como la entrega de garantías de seguridad a Ucrania, están avanzando hacia la práctica”.
“Partimos de la base de que las decisiones clave serán adoptadas en Kiev y que se crearán las condiciones para un mayor trabajo formal”, ha destacado Fomin, tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
Minutos antes, el jefe de la delegación rusa en las negociaciones en Estambul, Vladimir Medinski, había desvelado que Moscú adoptaría dos medidas para reducir las tensiones en Ucrania, incluida una a nivel militar que sería anunciada por Fomin.
En este sentido, Medinski recalcó que las conversaciones fueron “constructivas” y agregó que la delegación rusa ha recibido de parte de sus homólogos ucranianos “una posición claramente formulada para lograr un acuerdo”, según ha informado la agencia rusa de noticias TASS.
“Hemos recibido propuestas de Ucrania para su consideración. Es una postura claramente formulada”, ha explicado, al tiempo que ha hecho hincapié en que “estas propuestas serán consideradas en el futuro próximo y presentadas al presidente (Vladimir Putin)”. “Daremos una respuesta”, ha zanjado.
¿Reunión Putin-Zelenski?
El negociador ucraniano, David Arakhamia, consideró que ahora existen condiciones “suficientes” para una cumbre entre el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y el de Rusia, Vladimir Putin.
Arakhamia pidió “un mecanismo internacional de garantías donde los países garantes actúen de forma análoga al capítulo 5º de la OTAN”, que estipula que el ataque contra un país miembro de la alianza es una agresión contra todo el pacto.
Pero Estados Unidos por el momento no ve que Rusia, que invadió Ucrania el 24 de febrero, haya dado pasos concretos hacia la paz con la exrepública soviética. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró que por ahora no ve “signos de una verdadera seriedad” por parte de Rusia en las conversaciones de paz con Ucrania, a pesar de los aparentes avances anunciados en las últimas horas.
Está lo que Rusia dice y está lo que Rusia hace. Vamos a centrarnos en esto último. Rusia debe terminar ya la agresión, dejar de disparar, retirar las fuerzas y, por supuesto, implicarse en el diálogo”.
Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU.
Así, Blinken ha advertido de que tras los compromisos rusos para reducir sus operaciones militares en zonas como Kiev podría ocultarse un nuevo intento de “engaño”.
El secretario de Estado estadounidense ha alabado en cambio la fortaleza y la disposición de la parte ucraniana, que no sólo ha sido capaz de resistir tras la invasión sino que se ha sentado a negociar “literalmente con una pistola sobre sus cabezas”.El gobierno británico indicó por su lado que juzgaría la actitud de Putin y de su gobierno “por sus actos, no por sus palabras”. Las bolsas se mostraron menos escépticas y operaron con fuertes ganancias que llegaron a superar el 3% en Berlín y París.
Combates continúan en Ucrania
Los combates ya han obligado a más de 10 millones de personas (cerca de un cuarto de la población) a abandonar sus hogares y, según Zelenski, dejaron al menos 20.000 muertos. Pero los anuncios del martes ofrecieron algo de esperanza.
En Ucrania, los combates continúan en muchas regiones. El gobierno anunció que siete personas murieron por un bombardeo ruso contra un edificio del gobierno regional en Mikolaiv, una ciudad portuaria del sur.
Ucrania afirma haber recuperado territorio en los últimos días, incluida la ciudad de Irpin, en las afueras de Kiev. También ha reanudado las evacuaciones de zonas del sur asediadas por las fuerzas rusas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dio inicio a las conversaciones de Estambul, en el palacio de Dolmabahce, reconociendo las “legítimas preocupaciones” de ambas partes, pero instándolas a “poner fin a esta tragedia”.
El magnate ruso y propietario del Chelsea, Roman Abramovich, objeto de sanciones occidentales, también estaba presente, en tanto que intermediario.
Desde el inicio del conflicto, Putin exige la “desmilitarización y desnazificación de Ucrania”, así como la imposición de un estatus de neutralidad para el país y el reconocimiento de que el Donbás (una región separatista prorrusa del este de Ucrania) y la península de Crimea (anexada por Rusia en 2014) ya no forman parte de Ucrania.
Rusia también dijo que iba a expulsar a diez diplomáticos de Estonia, Letonia y Lituania, en respuesta a la expulsión de diplomáticos rusos por el conflicto. Pero la escalada de expulsiones se prosiguió este martes: Bélgica anunció que decidió expulsar a 21 diplomáticos rusos sospechosos de espionaje, Países Bajos a 17 e Irlanda a cuatro.
– La ONU visita instalaciones nucleares –
Las potencias occidentales dicen tener pruebas de crímenes de guerra cometidos en Ucrania, investigados por la Corte Penal Internacional.
La fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, dijo el lunes que había pruebas de que las fuerzas rusas han utilizado bombas de racimo prohibidas en Odesa y Jersón, en el sur.
El conflicto también ha suscitado temores sobre la seguridad nuclear después de que Rusia se apoderara de varias instalaciones, entre ellas la antigua central Chernóbil, donde se produjo el peor desastre nuclear del mundo, en 1986. El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, visitó el martes Ucrania para hablar de la “seguridad y protección” de las instalaciones nucleares del país.