En un principio PNC y Bomberos reportaron el lugar como una cohetería clandestina, pero en el lugar no había pólvora.
“Es mi familia, se me murió mi familia”. Entre llantos y lamentos, Félix Mejía tuvo que ir a reconocer los cuerpos calcinados de las cinco personas con las que vivía y quienes murieron supuestamente en la explosión de una vivienda ubicada en el cantón Candelaria, del municipio de El Carmen, departamento de Cuscatlán.
El hecho fue reportado ayer en horas de la mañana por la Policía Nacional Civil (PNC) y Bomberos, sin embargo, no detallaron la hora exacta del suceso.
Otras fuentes detallaron que el siniestro habría ocurrido en horas de la noche del sábado, pero que fue reportado a la policía hasta el domingo.
Los cinco fallecidos son una madre de familia, identificada como Sandra Yanira Vásquez Caballero, de 33 años, y sus 4 hijos, todos menores de edad.
Los menores fueron identificados como Diego Emilio Mejía Vásquez, de 2 años seis meses; Sandra Maryori Martínez Mejía, 8 años; Diana Elizabeth Martínez Mejía, 14 años; y Cristian Alexander Vásquez Martínez, 17 años.
Félix Mejía es el padre del niño más pequeño y tenía aproximadamente tres años de vivir con Sandra, quien era su compañera de vida.
Mejía narró que él no se encontraba en la vivienda a la hora del incidente, pues trabaja como vigilante de seguridad, y aseguró que sus turnos son de 12 horas. Su sorpresa fue ayer a las 7:15 de la mañana cuando regresó y encontró el siniestro.

“Yo intenté abrir, pero no pude, me llegó el olor a quemado, logré ver a mi niño, y fui a llamar a mi sobrino, él dio parte a la policía”, detalló.
Mejía aseguró que no fue alertado por nadie, por ningún vecino o persona que se hubiera dado cuenta de la supuesta explosión. También dijo que encontró la puerta sin seguro, pero que no pudo abrirla completamente porque los cuerpos de su familia se encontraban apilados en la entrada. Todas estas situación han causado dudas en los familiares.
“Yo tengo dudas si en realidad esto fue un accidente o hubo crimen. Hablan de una explosión y un incendio pero el tambo de gas estaba intacto, además dicen que los vecinos no han oído nada. Esperamos que las autoridades aclaren la situación”, relató el padre.
La PNC y Bomberos aseveraron que el lugar era una cohetería clandestina y que sus habitantes se dedicaba a la elaboración de pólvora artesanal, por lo que la primera hipótesis indicaba que la manipulación de la misma pudo haber causado la explosión.
Sin embargo, familiares de las víctimas desvirtuaron la información, asegurando que sólo se limitaban a recubrir con papel las mechas de los cohetes.
“Ellos no manipulaba pólvora ni era una cohetería clandestina como han publicado, juegan con el dolor de la familia”, expresó un tío de los menores.