Finales NBA 2021
El doble MVP de la NBA necesita un mayor apoyo de sus compañeros para poder intentar remontar las Finales ante Phoenix
¡Qué solo está Giannis Antetokounmpo, qué solo está! Al menos en lo que llevamos de Finales de la NBA. El alero heleno se volvió a enfundar el traje de superhéroe y demostró por qué es un doble MVP de la NBA… y por qué todavía no tiene un anillo en los dedos. Porque con él sólo no es suficiente para tumbar a un equipazo como son estos Suns a los que, además, les sale todo.
El griego hizo todo lo que estuvo en su mano (salvo meter los tiros libres) para intentar salir de Arizona con una victoria en el bolsillo. Anotó 42 tantos y capturó 12 balones bajo los aros para convertirse en el primer jugador en la historia de los Bucks en superar los 40 puntos y los 10 rebotes en un partido de las Finales. Además firmó un cuarto para la historia cuando en el tercer parcial metió 20 puntos, siendo la mayor exhibición anotadora en un cuarto en los últimos 28 años.
Esta actuación para la historia quedó en nada por obra y gracia de unos compañeros que no acompañaron a un Antetokounmpo que no pudo ocultar su enfado durante un tiempo muerto en el que reclamó mayor ayuda para evitar el 2-0 de los Suns. Un resultado que sólo han conseguido levantar cuatro equipos en la historia (Cavs en 2016, Heat en 2006, Blazers en 1977 y Celtics en 1969) y los Bucks no parecen que vayan a ser el quinto.
Sobre todo por la escasa incidencia que están teniendo Khris Middleton (11 puntos y cinco de 16 en tiros de campo) y, especialmente, Jrue Holiday. Los dos ‘all star’ se convirtieron en los héroes de los Bucks en las Finales del Este ante la ausencia de Antetokounmpo, pero con la vuelta del griego se han diluido y apenas están aportando en un equipo que necesita de todas sus piezas para intentar tumbar a estos Suns.
“Los Suns no están jugando bien…. Están jugando de forma excepcional”. Son palabras de una leyenda de la NBA como Shaquille O’Neal que definen a la perfección el estado de gracia de un equipo que va camino de conseguir el primer anillo de la historia de la franquicia de Arizona.
Y lo puede lograr con un baloncesto tan espectacular como efectivo y una pareja que va camino de hacer historia en las Finales. Devin Booker y Chris Paul han anotado 113 puntos en los dos partidos de la serie, el máximo en la historia para una pareja exterior, y han liderado a un equipo que en el segundo partido anotó el 50% de sus triples, encestando 20 de sus 40 intentos. Todo apunta al “Suns in Four”.
Y si los Suns fueron capaces de ver el aro como una piscina, todo lo contrario le sucedió a Khris Middleton, al cual se le encogió la muñeca cuando su equipo más le necesitaba. El jugador, protagonista en la serie ante los Bucks, no encuentra el camino en estas finales como demuestran su 17 de 43 en tiros de campo en los dos primeros partidos con un seis de 18 desde el triple.
Cuando a un equipo le sale todo, poco puede hacer el rival más que aplaudir y esperar a su siguiente oportunidad. En ese estado de gracia se encuentran unos Suns que son mucho más que Booker y Paul y así lo demostró Mikal Bridges, que se convirtió en la tercera vía para los de Arizona y que terminó con 27 puntos como segundo máximo anotador en el equipo de Monty Williams.